Sin lugar a dudas, al desafío más importante al que se tiene que enfrentar nuestro futuro gobierno en esta legislatura es a la mejora de la educación. Y en este desafío, debe entrar la educación en la diferencia, porque si no, estaría mal llamada educación de calidad.
Uno de los objetivos que se debería dejar resuelto, es la despolitización total de la educación, como ocurre en otros países de la CEE, y que sea igual para todos los españoles, y no que cada CCAA vaya por libre.
Otro objetivo, y no menos importante, es el de la educación en la diferencia. El sistema debería adaptarse a las características del alumno, y no el alumno al sistema.
Estaremos todos de acuerdo, -y el que no lo esté que se vaya haciendo a la idea-, que nuestro sistema educativo ha fracasado. Los maestros deben recuperar su prestigio social y los alumnos tenemos que estar atendidos y sobre todo motivados. Por lo que un pacto entre todos los partidos políticos, en el que se comprometieran a NO tocar la educación sería un buen principio. El futuro de los proyectos educativos no pueden depender de quién gane las elecciones, si un proyecto, sea del partido que sea es bueno para todos, debe aprovecharse, es de sentido común.
Debemos también erradicar el corporativismo, estoy harto de ver como se pisan los derechos de algunos alumnos, solo porque a una institución no le intereses o no le convengas. Y en esto englobo a profesores, inspectores, AMPAS y al gobierno de turno. Esto se podría arreglar haciendo la profesión de profesor de prestigio, es decir, bien remunerada y de altos conocimientos.
Y para terminar, me gustaría hacer hincapié en el reconocimiento de la excelencia. Parece que la sociedad interpreta esta palabra como algo discriminatorio, y no es así en absoluto. La exigencia y el reconocimiento del esfuerzo es lo más equitativo que hay. El anular o no apoyar el talento y no premiar el esfuerzo, si que lo considero desigualdad, porque deja fuera a los alumnos que no tienen dinero suficiente para irse a otros países donde sí que se les da esa oportunidad.
El sistema educativo de calidad sería: libre de ideales políticos, con maestros motivados, bien preparados y remunerados, y las necesidades individuales de cada alumno atendidas. Nadie debe quedar descartado ni por razones intelectuales ni económicas, porque entonces no sería ni igualatorio ni equitativo.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
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Espero te haya leído alguien de la izquierda española,responsables de la enseñanza durante toda la democracia...
ResponderEliminarLo fácil que sería arreglar la educación si se quisiera, pero hay muchos intereses creados. Gracias Álvaro.
ResponderEliminarMe gustaría conocer su opinión sobre el modelo lingüístico de educación en Cataluña, CAV o Comunidad Valenciana. Gracias
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