
Me decidí a crear este ciclo de conferencias, porque veo que los niños y jóvenes, estamos tan absorbidos por las nuevas tecnologías y por la televisión basura, que se está perdiendo el concepto de lo que hasta ahora los adultos han considerado normal, y que en realidad no se debería perder, porque el tiempo que perdamos ahora en cosas banales y sin fundamento, nos va a ser muy difícil recuperarlo en el futuro.
Después de mucho trabajo, he conseguido darle forma para que resultara interesante, tanto a personas de mi generación; adolescentes y jóvenes, pero también a aquellos que luchan diariamente con nosotros, como son nuestros padres y profesores. Y por supuesto, a aquellos responsables políticos que tienen el deber de difundir y apoyar las ideas constructivas y beneficiosas para la comunidad.
A través de mi experiencia, quiero demostrarles, que si quieres algo se puede conseguir, eso sí; con esfuerzo, sacrificio, trabajo, disciplina y mucha paciencia.
Tu éxito está en tu esfuerzo ©2016. Creado por Álvaro Cabo Ciudad®. Todos los derechos reservados. Idea original registrada en la Propiedad Intelectual bajo las licencias de: Safe Creative ID: 1507074578590 y Digital Media Right ID: AAA-1174-02-AAA.074851
martes, 19 de marzo de 2019
Educación o Adiestramiento
jueves, 1 de junio de 2017
Más Teseos y menos Procustos
En la mitología griega, Procusto, también conocido como Damastes, cuyo nombre significa el estirador, era bandido del Ática (península de Grecia), hijo de Poseidón, dios de los mares, de enorme estatura y fuerza.
Procusto se caracterizó por su comportamiento amable, complaciente y afectuoso hacia los viajeros, a quienes les ofrecía hospedaje en su casa. Una vez en ella, los invitaba a descansar en su lecho de hierro y, mientras dormían, los amordazaba y amarraba en las cuatro esquinas de la cama para verificar si se ajustaban a la misma.
Si el viajante poseía una estatura mayor que el lecho, le serraba las extremidades inferiores o superiores (pies, brazos, cabeza). De lo contrario, le estiraba las piernas a martillazos hasta quedar a la altura del lecho. Con respecto a este punto, existen otras versiones, que afirman que Procusto tenía dos camas de diferentes tamaños, una larga y otra corta, y también de que poseía una cama con un mecanismo móvil que la alargaba o acortaba según su deseo y conveniencia.
Procusto muere cuando aparece Teseo, quien lo enfrenta y lo lleva a caer en una trampa, al lograr que Procusto se acostara en su propio lecho para comprobar si su cuerpo encajaba en él, y, cuando lo hizo, lo amarró a las cuatro esquinas y lo torturó para ajustarlo, tal como sufrieron los viajantes bajo su dominio.
domingo, 20 de septiembre de 2015
Ser mediocre es la leche
La vulgaridad está de moda y ha venido para quedarse.
Cuanto peor, mejor.