Pero hoy hablaremos de él por una anécdota tan curiosa como graciosa.
Lutero padecía estreñimiento crónico, tan fuerte que llegó a pensar que el mismo Satanás se encontraba en sus intestinos. Cada vez que tenía necesidad de ir al excusado, se preparaba para realizar un exorcismo mientras empujaba con todas las fuerzas que Dios le había dado. Esta continua lucha le hizo un hombre muy firme y cabezota, ya que pensaba que estaba derrotando al mismísimo demonio.
Así que, si era cabezota hasta para ir al baño, no nos extrañemos que no diera su brazo a torcer con el Papa.
“Usted actúa y habla como la novia del Diablo, expresando lo que el Diablo le inspira” Martín Lutero al Papa.
El siguiente obcecado que vamos a repasar hoy va a ser el Premier inglés:
En este caso no vamos a hablar de cabezonería exclusivamente, sino que a partir de este gran personaje vamos a ver como una de mis frases favoritas se cumple como una Ley de Murphy: "Si algo no está para ti, ni aunque te pongas, y si está para ti, ni aunque te quites".
En 1941, Churchill tenía sus calzoncillos rosas a la altura de la garganta, y necesitaba urgentemente un aliado para luchar contra Hitler, que tenía prácticamente ganada la Guerra, por lo que solo podían hacerle frente con la ayuda de EEUU.
Después de tres años haciéndole la pelota al tío Roosevelt, el por aquel entonces presidente de Estados Unidos, para que enviara unos cuantos P51 a Europa, movilizando medio ejército inglés para que ambos pudieran verse en Placentia Bay y después de que el premier británico tuviera que apañárselas solo en la lucha contra Hitler.
Después de todos esos esfuerzos, solo el ataque a Pearl Harbour por parte de los japoneses, algo completamente ajeno al desempeño británico para conseguir la alianza americana consiguió que estos entraran de una vez por todas en guerra del bando inglés y que Hitler empezara a perder batallas en el frente occidental.
¿Se puede tener más suerte?
El siguiente cabezota puede ser un poco más controvertido, ya que se le acusa (y en algunos casos con razón) de robar multitud de patentes y de explotar a jóvenes talentosos a cambio de un salario miserable.
No es otro que:
"Los más cabezones de la Historia".
Recuerda que muy pronto publicaré en este blog su 2ª parte, así que estate muy atento porque me he dejado a muchos tercos que consiguieron cambiar la Historia siguiendo mi lema al pie de la letra: "Tú exito está en tu esfuerzo"
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