Muchos hemos escuchado
hablar acerca de la vocación tanto en medios de comunicación como, en la
escuela y en la iglesia. ¿Pero... qué significa realmente? Vocación viene del
latín y significa literalmente "llamada",
es decir, que es "aquello para lo que realmente estamos llamados".
Una persona se siente llamada a enseñar, a curar, a bailar, a dibujar y de esto
ha de aprender el sistema educativo. El problema es que, como toda palabra que
tiene un uso constante, su significado se ha ido "desvirtuando", ya
que, solo lo utilizamos para el ámbito religioso. Pero esta palabra se puede
trasladar a cualquier profesión, ¿o es que un fontanero no necesita
vocación? La vocación es importante en cualquier empresa en la que
nos aventuremos, especialmente en la que la vida de los demás dependa de
nosotros. ¿Con esto a qué me refiero? A los profesionales de la salud
y de la educación.
Nuestro
sistema educativo actual es completamente imposible que triunfe por dos
razones:
- Fue diseñado
con la mentalidad, la situación y con los instrumentos del siglo XIX.
- No se
mira por el alumno y su vocación.
Actualmente
se vive en un continuo debate acerca de la educación, ¿por qué nos rompemos
tanto la cabeza, con lo fácil que es poner como centro del sistema al alumno?
Toda
persona que descubre su vocación, por genuina que sea, y se atreve a
vivirla, está llamado a ser feliz y a cambiar el mundo.
A su
regreso como capitán médico en la primera guerra de Cuba, a la que acudió por
propia vocación, Don Santiago Ramón y Cajal empezó a investigar por cuenta
propia, ya que pensaba que la medicina de su tiempo se le quedaba corta.
Entonces, enfrentándose al pensamiento establecido por la sociedad coetánea y
con la inquisición en decadencia pero aún en funcionamiento, comenzó a
practicar uno de los mayores pecados que el ser humano era capaz de practicar
según el pensamiento eclesiástico de la época y que estaba castigado con la
pena más dura que se podía aplicar: la excomulgación y tortura hasta la muerte;
esta era la disección de cuerpos humanos. Gracias a su valentía y sobre todo, a
su vocación, ganó un premio nobel, y gracias a él hoy tenemos una esperanza de
vida de casi 90 años.
Vivimos en
un mundo en el son más importantes lo intereses de unos que las personas en sí.
Hay profesionales que intentan hacer las cosas bien y no reciben el apoyo
necesario porque a otros no les interesa que funcionen las cosas como
es debido. ¡No se te ocurra hacer eso que nos va dar más trabajo
a los demás, que lo aprendan en casa! ¡Pero como vas a hacer tal
cosa! ¿ No ves que si sale bien lo tendremos que hacer nosotros? ¿Por qué vas a
intentar mejorar si así estamos bien, a ver si va a funcionar y lo
vamos a tener que aprender los demás para la mierda que nos pagan?...
Los
niños necesitamos ejemplos de personas vocacionales, no de
interesados sin alma ni corazón. Un ambiente donde no prime el corporativismo,
el taparse unos a otros y la ley del mínimo esfuerzo, a ver si os pensáis que
no os tenemos calados.
Vamos fenómeno, no dejes nada en el tintero. Eres un crack.
ResponderEliminarEspero y deseo que "los palos en las ruedas" ,que la vida te pondrá, no frenen tu maravilloso idealismo,querido Álvaro...!!!
ResponderEliminarRespecto al sector sanitario, he tenido experiencias de todo tipo: desde profesionales excelentes a otros que parecían pensar que "los médicos de la Seguridad Social" son "los médicos de las SS". Auténticos y peligrosísimos ineptos.
ResponderEliminarMucha más experiencia tengo en el ámbito de la educación: salvo dos casos que confirmaban la regla (y uno murió muy joven en un accidente de automóvil), el resto de los que he conocido no son docentes, son funcionarios. Los niños y la educación no les importan en absoluto. Solo van a dar clase (cuando ya no pueden escaquearse, unos se tapan a otros) para tener el sueldo asegurado. No sé porqué un barrendero cobra menos que ellos.
Conozco a un profesor de filosofía que la mitad de días no va (dice que le duele la espalda), y los días que va les pone una película a los chavales, para no molestarse ni en dar clase.
Por desgracia,lo que mueve hoy día al mundo es la cultura del pelotazo,el placer inmediato y el mínimo esfuerzo por conseguir algo.La publicidad tiene mucha culpa de ello ya que solamente incentiva el instinto compulsivo de conseguir un objeto,mayormente inútil...Es por ello por lo que la mayoría de jóvenes,bombardeados desde su más tierna infancia por los spots de la tele tonta,se habitúan al placer inmediato,e interiorizan como frustrante lo que cuesta esfuerzo,siendo en realidad esto lo que de verdad hace feliz y aumenta la autoestima.Asi tenemos un país con muchos jóvenes ninis que no valoran lo importante y de paso,tampoco a ellos mismos...
ResponderEliminarEs un verdadero orgullo que un muchacho de 13 años se detenga a reflexionar el concepto "vocación".
ResponderEliminarNi una sola reforma educativa se ha detenido por propiciar que los alumnos descubran que los motiva para ejercer en su futuro aquella profesión adecuada a sus capacidades e ilusiones. Por ejemplo, se coarta el semillero para la I+D+i (Investigación + Desarrollo + innovación), pues equivocadamente no se valora como un potencial tesoro para el desarrollo de una nación y del mundo en general. A los alumnos solo se les enseña a memorizar lecciones sin entrar en su verdadera comprensión. Así, finalmente, se les encamina a la vía fácil y pasiva de los servicios (servidumbre) que parece ser la única solución económica en nuestro país...
A los chicos y a las chicas se les enseña que ya está todo inventado: ¿No son posibles otras formas de producción energética? ¿y la producción de alimentación sana de calidad? ¿y fármacos eficaces que no conviertan a los enfermos en crónicos? Esto sin contar con otras opciones como potenciar la imaginación para la creación, ya sea científica, artística o ecológica; o la comunicación como herramienta ética que busque la Verdad; etc.