Una buena educación es la base de una sociedad próspera.
El otro día me encontraba viajando en el coche de mis padres escuchando un programa de radio, cuando me llamó la atención que la locutora hacía mención a una noticia que había sido la más compartida y leída en los medios digitales. Muchos de ustedes pensarán que podrían ser los atentados sucedidos en los últimos días, el mercado de fichajes, o las reuniones del Rey con cada uno de los representantes de los partidos.
¡Qué va! Se ve que esos temas no interesan lo suficiente. ¿Saben qué ha sido trending topic en redes sociales y medios de información digitales? Una tal Olvido no sé qué -paradójicamente se me ha olvidado- y un conde italiano de los que no había oído hablar en mi vida. Me interesé por la noticia, pensando que si había tanta gente leyendo sobre estos dos personajes es porque habrían hecho algo importante y relevante. ¡Sorpresa!
Cuando empezamos a considerar como “lo normal” lo que siempre ha sido mala educación, malas formas o algo no ético, o cuando "lo normal" es ganar mucho dinero de manera fácil, ser famoso a cualquier precio, vender tu intimidad y la de tu familia al mejor postor o tener poder para beneficiarse de los demás, estamos poniendo en entredicho los modelos morales y favoreciendo el todo vale.
Quizá yo me estaré volviendo loco o mis padres se han confundido conmigo y me han inculcado valores y modales "anormales", como saludar o despedirse cuando entras o sales de algún sitio, o a la hora de comer no coger el tenedor como si fueras a poner una banderilla o el vaso con la mano entera, a no hablar con la boca llena, a saber comer de todo y no solo pizzas y hamburguesas; a respetar el turno en una fila, o de palabra, y saber escuchar; a utilizar un lenguaje adecuado y tratar a todos con respeto; a saber diferenciar entre dar tu opinión o imponer tu voluntad; a usar las papeleras, a no escupir ni orinar en la vía pública; a no engañar y no estafar; a esforzarse para conseguir un fin; y, sobre todo, a no confundir modernidad con la mala educación; la edad no tiene por qué eximirnos de nuestras responsabilidades y de los buenos modales.
Me preocupa especialmente con la normalidad que se traicionan y delatan entre amigos y compañeros, la deslealtad está en auge, no se puede contar un secreto sin que al rato se esté radiando a los cuatro vientos, bien en la piscina o a través de las redes sociales.
Muchas personas, de cualquier edad, están empezando a asumir como normal la anormalidad. Es normal que suspendas, que repitas, que estés todo el día jugando a la consola o pegado al móvil, que engañes, que te emborraches, que no te esfuerces, que te den dinero sin trabajar, que faltes el respeto, que chilles, que traiciones, que no pidas perdón...
Nuestra sociedad avanzará para bien o para mal según el concepto que tengamos de normalidad. Nosotros somos los responsables de vivir en un mundo mediocre y ordinario o en otro extraordinario y destacado.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
Espero que escuchéis mi sección "Álvaro y sus cosas" en Radio Castilla la Mancha como colaborador en El Pasacalles todos los lunes de 17:50 a 18h.
En en el programa Castilla la Mancha en el corazón.
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Hoy día el dinero manda y si se gana dinero engañando,se engaña,o si se saca dinero a través de los bajos instintos,como son la promiscuidad,se televisa los afaires de cualquier persona de dudosa moralidad... Bajo el engañoso "respeto" a la libertad,se airean trapos sucios que en otros tiempos solo se hubieran atrevido a aceptar escasas personas de muy bajo nivel social.Por el contrario,hoy día se mete la alcahueta de turno en todos los hogares a través de la TontaVision,embruteciendo a la masa para que no piense y se dedique exclusivamente a revolcarse en el lodo...Todo está calculado:consume lo prescindible olvidando lo imprescindible.No importa que ese consumo te ponga en los cien kilos rodeado de inútiles objetos,mientras tu mente vaya perdiendo la capacidad crítica,todo está controlado y nada se sale del guión establecido...
ResponderEliminarTe felicito por pensar así , ya veo que todavía queda gente pensante en nuestro mundo .
ResponderEliminar¿Cómo somos realmente los seres humanos?
ResponderEliminarEn los últimos años se pensó que Internet nos proporcionaría una información real y efectiva a la que hasta ahora no habíamos tenido acceso. Pero a requerimiento del Senado de los EEUU se pidió a Google y Facebook si editorializaban (si controlaban) sus contenidos. Ambos respondieron positivamente: se trata de empresas privadas y están en su perfecto derecho. Google tiende a apoyar al Partido Republicano y Facebook al Partido Demócrata. Es decir, que el resto de países del mundo bailamos según los intereses de un país ajeno.
Pero vayamos más allá: Twitter NO PUEDE editorializar sus contenidos; los que vemos como trendings topics son lo que realmente más interesa a los tuiteros.
Cuando todas las cadenas españolas interrumpieron su programación para ofrecer en directo la abdicación de Juan Carlos I, ¿saben cuál era el 'trending topic'? ¡Las quejas por no emitir ese día 'Mujeres y hombres y viceversa' por culpa de le emisión de la abdicación del rey de España!
Gracias a Dios no todos los ciudadanos son tuiteros (personas con mucho tiempo libre y una vanidad inflada), pero sí suponen un número suficiente como para dar muuucho miedo. Quien mire cada día qué cosas interesan a la mayoría de nuestros conciudadanos (las famosas 'Tendencias') igual se siente marciano.
Fue el filósofo francés de finales del siglo XX Michael Foucault el que más estudió el concepto de 'normalidad'. Por ejemplo, actualmente en 29 países se practica la ablación del clítoris con excusas religiosas (la religión siempre es una excusa para cometer las mayores atrocidades). Cuando familias de estos países vienen a Europa siguen con sus rituales en la clandestinidad. ¡Qué salvajes! ¿no?
ResponderEliminarCuando algún miembro de una cultura no invadida por occidente es invitado a conocer la nuestra, no son capaces de comprender por qué permitimos que haya gente sin techo. ¡Qué salvajes! ¿no?