Los que nos gusta mantenernos al día en la actualidad y seguimos los “des-informativos” por televisión, tenemos siempre el soniquete del populismo metido en las entrañas. Nos lo repiten decenas de veces al día, pero... ¿Qué es el populismo?
Según la RAE, el populismo es "la tendencia política que pretende atraer a las clases populares" Ah, pues me he quedado igual.
En
este caso no me parece la definición cien por cien acertada, tal vez esta sea
más fácil de comprender: Degeneración de
la verdad adaptada a las clases populares, sobre todo a las clases menos
favorecidas, diciéndoles únicamente lo que quieren oír.
Los
proyectos de los dirigentes populistas están inspirados por los deseos más
grandiosos: “salvar al país”, establecer una “democracia real”, "combatir
todo lo que está mal" o “menos
palabras y más acción”, pero no dicen cómo piensan hacerlo, no conocemos sus
planes en el marco institucional, en el económico ni en el internacional.
El
objetivo de los populistas no es hacer pensar a sus seguidores, sino
movilizarlos y que entren a formar parte de la política personas que antes eran o indiferentes a ella o marginadas
por su estatus socio-económico y cultural, con el convencimiento de que cuando
gobiernen se redistribuirá la riqueza de los adinerados entre los más
desfavorecidos. A esto cabe recordar que cada individuo tiene derecho a ser
tratado igual a sus semejantes, sin importar su color, religión o nivel
socioeconómico.
Debemos reconocer que los gobiernos que
generan una crisis son el origen de la desesperación por la que se recurre a
los populistas. Cuando nuestros
derechos fundamentales dejan de estar bien atendidos, las poblaciones piensan
en los regímenes totalitarios y populistas como su salvación.
“No hay peor ciego que el que no quiere
ver”
Mi
recomendación para los jóvenes es que antes de echarse en los brazos de un
Salvador de la patria, nos fijemos bien a quién idolatran ellos y de quién
están recibiendo apoyo. ¿Qué ocurre cuando esas personas llegan al poder? Tenemos que tener claro que el populismo
tiene un objetivo puramente político y no económico, por lo que estará
destinado al fracaso. Los populistas quieren tanto a los pobres que los
multiplican.
El expresidente
del Uruguay, Julio María Sanguinetti, se preguntó qué era el populismo, y se contestó: lo contrario a la democracia responsable, la
que asienta la libertad de expresión, y que trata de desarrollar las acciones
sociales, la que no promete algo que no puede dar. Espero que los españoles
seamos prudentes y no creamos cosas imposibles. Cultura histórica y educación que
fomente el criterio de los alumnos es fundamental para ser libres.
¡Hasta la próxima!
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Enhorabuena por el articulo a Álvaro y a la comentarista anterior. No puedo añadir más de lo que se ha dicho. Solo me queda compartirlo. Gracias.
ResponderEliminarEs que la generación de indigentes mentales que tenemos se creen que les van a dar duros por pesetas.
ResponderEliminarEl atrevimiento del ignorante no tiene límites. Que digan en qué país donde gobiernan los populistas no hay una brecha enorme entre ricos y pobres, y donde el que gobierna no es un dictador corrupto hasta la médula con el pueblo sometido a su antojo. Es una pena que nuestra sociedad española sea tan inculta de creerse estas cosas, pero está visto que hay gente que se lo cree y que no tienen ni idea de las consecuencias tan nefastas que puede traer. Que peligrosa es la ignorancia y el fanatismo. Enhorabuena por el post.
ResponderEliminarSin necios no habría populismo.Me encanta esa frase que dice :"Los populistas quieren tanto a los pobres que los multiplican..."
ResponderEliminarPor desgracia,el populismo hace mella en muchos abstencionistas que hasta que descubrir la "panacea" populista,pasaban de votar.En fin,esperemos que no aprendan a costa de sufrir sus consecuencias,no porque me dé pena por ellos(ellos se lo buscarían),sino por tantos inocentes que tendríamos que apechugar con el desastre que supondría un gobierno populista.Echemos un vistazo a los pobres venezolanos o cubanos...
Que les preguntes a las cubanos, venezolanos, norcoreanos, chinos, rusos, bolivianos... Que qué es el populismo. Verás que bien lo explican.
ResponderEliminarEs agradable ser capaz de tener una comprensión de otro lugar, especialmente a los ojos de una persona joven. Muy bien hecho.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarGenial reflexión. Deberían meterte en plantilla en los colegios a ver si es posible que algunos se enteren de algo. Enhorabuena amigo.
ResponderEliminarExtraordinario artículo que convendría que leyesen todos los votantes del mundo. Porque populismos hay de todos los colores y para parar un carro.
ResponderEliminarDebemos saber que desde que existe la política (estúdiese la historia de la antigua Roma, por ejemplo) esta ha sido básicamente un baile de disfraces, de intereses ocultos, conspiraciones y mentiras, continuas mentiras. La estrategia en política es estar atento para encontrar la mentira adecuada con la que responder a la mentira de mi adversario.
Pero en el siglo XXI ya no existen realmente adversarios ni alternativas; el mundo globalizado tiene una sola política: el cinismo, el crimen, las guerras organizadas, movimientos terroristas cada vez más disparatados...
Se estima que si por fin se ampliase la edad de votar a los 16 años, la abstención entre los nuevos votantes se aproximaría al 100%. Es lo normal: me conceden el derecho de ser cómplice de este circo de payasos psicópatas que gobierna el mundo; gracias, pero prefiero hacer otras cosas.
Qué tristeza cuando vemos a esos abuelitos que apenas pueden moverse, los más fieles votantes, los más asustados, los más débiles, ir con su papeleta ilusionada como la de un niño recién nacido: "estos que me han recortado la pensión, seguro que me la suben ahora. ¡Lo han dicho!".
No hay nada menos valioso en el universo que la palabra de un político. Ni nada más asqueroso que sus puestas en escena, sus mentiras criminales.
Como dice el genial articulista, como se deduce de lo que dice, en realidad no hacen falta las campañas electorales. Si hubiese la más mínima honestidad bastaría con que cada opción política publicase en su web su programa CON TODO DETALLE. A qué se comprometen, por contrato, a hacer, y cómo. Coste de la campaña: cero euros. Pero no, ellos necesitan apelar al lado emocional e irracional de la gente, porque solo así pueden conseguir que alguien vaya a legitimarles.
Si quieres hacer algo positivo por ti mismo y por los tuyos, copia y pega y comparte este artículo de Álvaro Cabo. Él no tiene las manos ni el alma manchados de injusticia. Una injusticia que cada día se parece más al crimen.