Desde que TVE empezó a tener competencia con
la llegada de grupos de comunicación privados como Atresmedia o Mediaset, y
creciendo esta tendencia a principios de siglo con el comienzo del
sensacionalismo, entre el 98 y el 100% de los medios no son
imparciales sino directamente favorables a un determinado sector de la
audiencia o a una determinada entidad cuando no a un partido político.
Una forma muy fácil de entenderlo es con la prensa deportiva: el Marca o el As son más favorables al Real Madrid, como el Sport y Mundo Deportivo lo son al Barcelona.
Hay que tener en cuenta que los medios son empresas, por lo que persiguen beneficios y están en su derecho de realizar cualquier estrategia legal o alegal para ganar dinero. Y una de esas formas que tienen de conseguir beneficios es la de venderse al mejor postor. Si no fuera por ellos solo los cinco principales periódicos podrían sobrevivir a duras penas. Cuando las radios, televisiones y periódicos sean ONGs dejarán de estar atados de pies y manos para contarnos la verdad y que uno de sus accionistas no se enfade; hasta entonces estamos condenados a leer, ver y oír las noticias con un filtro impuesto.
¿Nunca se han parado a pensar que en los telediarios siempre nos cuentan lo mismo solo que con distintos protagonistas: el independentismo, la corrupción (un 5% de todos los casos), el fútbol y el asesinato o desaparición mediática de turno? Llevamos 8 años viendo a Artur Mas, a Carles Puigdemont, a Ada Colau y a todos esos personajes hablar de que España les roba y que tenemos que respetar su libertad de expresión. Pero que no salimos de ahí…
Históricamente, los medios de comunicación han sido un instrumento de los gobiernos para lanzar continuas cortinas de humo y tener a la población entretenida, para que "los metomentodo" de los periodistas les dejen en paz una temporada; Juegos Olímpicos, eventos deportivos y concursos televisivos son rentables gracias a inversores millonarias del gobierno de turno.
Así que ya saben amigos, en un mundo que se jacta de ser transparente y en el que millones de datos sobrevuelan nuestras cabezas cada día, ese selecto grupo de personas que dirigen el mundo saben utilizar sus bazas para que les dejemos tranquilitos.
Una forma muy fácil de entenderlo es con la prensa deportiva: el Marca o el As son más favorables al Real Madrid, como el Sport y Mundo Deportivo lo son al Barcelona.
¿Nunca se han parado a pensar que en los telediarios siempre nos cuentan lo mismo solo que con distintos protagonistas: el independentismo, la corrupción (un 5% de todos los casos), el fútbol y el asesinato o desaparición mediática de turno? Llevamos 8 años viendo a Artur Mas, a Carles Puigdemont, a Ada Colau y a todos esos personajes hablar de que España les roba y que tenemos que respetar su libertad de expresión. Pero que no salimos de ahí…
Históricamente, los medios de comunicación han sido un instrumento de los gobiernos para lanzar continuas cortinas de humo y tener a la población entretenida, para que "los metomentodo" de los periodistas les dejen en paz una temporada; Juegos Olímpicos, eventos deportivos y concursos televisivos son rentables gracias a inversores millonarias del gobierno de turno.
Así que ya saben amigos, en un mundo que se jacta de ser transparente y en el que millones de datos sobrevuelan nuestras cabezas cada día, ese selecto grupo de personas que dirigen el mundo saben utilizar sus bazas para que les dejemos tranquilitos.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
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La televisión, la radio y la prensa son canales forzosamente verticales por su comunicación dirigida desde el Emisor al Receptor (todos nosotros). Para mantener credibilidad sus profesionales deberían defender la pluralidad y la imparcialidad...
ResponderEliminarCasualmente lo que explica Álvaro lo hago reflexionar con alumnos de secundaria: mis deberes son ver los distintos informativos de varias cadenas y analizar cuáles son los titulares, como los ordenan y el tiempo dedicado a cada noticia. Y no coinciden nunca. ¿Qué mueve las distintas perspectivas informativas?
La Comunicación está siempre en evolución e Internet ha cambiado las cosas. El Emisor y el Receptor son simultáneos. Pero el dilema de la conducta ética sigue su retraso. La información se puede seguir manipulando al gusto o interés del que la emite. Y también se puede desvirtuar por quien la recibe.
Toda información debería ajustarse lo máximo posible a la Verdad (lo constatable). Pero para eso se requiere primero de ética. Si no es posible constatar, queda contrastar...
Esto es básico en periodismo, pero no se cumple demasiadas veces.