Después de casi un lustro, la guerra civil de Siria es conocida por todos y, lo que es peor, las atrocidades allí cometidas con el consentimiento de los hipócritas que gobiernan este mundo, esos que se reúnen una vez al mes en un hotel para tratar temas tan "trascendentales" para sirios, iraquíes y compañía como el cambio climático.
Siento comenzar con unas palabras tan dramáticas y dolorosas para algunos, pero si no, no me quedaba a gusto.
Hace unos meses tuve la oportunidad de conocer a una monja siria que viaja por todo el mundo contando la realidad que se vive dentro y fuera de su convento, a unos veinte kilómetros de Damasco, capital del país. Su nombre es Fadia Laham (aquí está su biografía en inglés y francés)
Entre otros temas, hablamos acerca de la tergiversación que llevan a cabo los medios de comunicación con este conflicto. En un primer momento, la corriente a favor de instaurar la democracia llamada Primavera Árabe, extendida desde el Magreb hasta Persia y la Península Arábiga, no se diferenciaba mucho del modelo propuesto por sus organizadores basado, digamos, en el ejemplo de Mahatma Gandhi de la "no violencia" contra el aún presidente Bashar al-Ásad.
Pero todo cambió cuando llegaron los "extranjeros", muchos de ustedes pensarán que me refiero a los temidos terroristas del Estado Islámico (ISIS), pero nada más lejos de la realidad. son todos los actores, aparentemente secundarios, que están condicionando esta asquerosa película: EEUU, China, Rusia, Inglaterra, Francia, Irán, Arabia Saudí... Estos son los países que están armando y formando las tropas de ambos bandos, alentándoles a destruirse entre ellos para tener vía libre y gobernar desde la sombra una desolada Siria.
Hablando alto y claro, Siria es como una máquina tragaperras en un mundo lleno de ludópatas; todos la quieren conseguir. ¿Por qué?
Para darse cuenta solo hace falta mirar este mapa, Siria tiene como vecinos a 5 de los 10 mayores productores de petróleo del mundo (Arabia, Emiratos, Kuwait, Irán e Iraq) pero todos ellos tienen un gran problema: no tienen salida al Mediterráneo. Bueno, técnicamente si, rodeando la Península Arabiga, expuestos a los piratas del Cuerno de África y, lo que es peor, que para llegar al deseado mar tienen que pagar una importante tarifa en el Canal de Suez, por lo que no les salen las cuentas. ¿Cual es la solución? Conseguir un puerto para nosotros solos; es una maldita mina de oro.
Ahora que sabemos el casus belli, me gustaría concluir con esta reflexión: desde siempre he estado a favor de erradicar los combustibles fósiles, cuanto antes mejor, pero la razón principal no es el cambio climático citado anteriormente, sino que mucha gente se jacta de los beneficios a nivel económico de estos, pero... ¿y las muertes y desgracias que han pagado esos beneficios? Iraq, Kuwait, Angola, Sudán... Todas ellas están manchadas de oro negro y, sobre todo, de la ambición y codicia sin límites del ser humano, que llevan a la miseria a pueblos enteros, disfrazándolo de luchas entre religiones.
Aquí me despido, pero recuerden esto: cuando en los telediarios les muestren imágenes desgarradoras provenientes de Siria, acuérdense de la gasolina con la que llenaron el depósito esta mañana.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
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Admirado Sr. Álvaro Cabo:
ResponderEliminarHace dos años que disfruto de sus artículos, y he de reconocer que cada vez son más interesantes. De todos ellos, mi preferido es este último. Felicitaciones por el análisis que hace de la guerra de Siria, sin caer en las estupideces y mentiras que nos cuentan los medios.
¿Qué ocurriría si un solo bombardeo de los que los sirios llevan tanto tiempo padeciendo se produjese, por ejemplo, en Francia, España o Reino Unido? ¿Y en EEUU?
Pero los sirios son muy pobres y están lejos, así que no hay problema en que los sigan masacrando. Podría añadir infinidad de detalles que corroboran sus afirmaciones, pero entiendo que la contundencia con la que se ha expresado merece reflexión y silencio.
Gracias por su valentía.
Álvaro.hubieras preferido que Rusia no apoyase al presidente que tenían antes del conflicto?Y cual habría sido el resultado?Mejor con ISIS imponiendo su terror?Al menos antes la población disfrutaba de una libertad de religión y tenían unas libertades impensables para otros países árabes...Así que reconozcamos que es el mal menor que Siria siga con los mismos dirigentes que tenían antes del conflicto,los cuales ofrecían una vida aceptable.
ResponderEliminarEn ningún país musulmán la vida es aceptable. Y respecto al ISIS... ¡si hasta el nombre es inglés! No son musulmanes, ni islámicos, ni islamistas ni radicalizados. Son un vulgar grupo terrorista detrás del cual se oculta Dios sabe qué.
EliminarNo estoy de acuerdo en absoluto.Un país musulman puede tener unas libertades que a ellos les basten,como puede ser la no sumisión de la mujer al hombre y una economía aceptable,así era antes Siria.Confio que vuelvan a vivir al menos como antes...
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