De vez en cuando, desde el perfil de Facebook de mi madre, leo lo que publican sus amistades y ayer me encontré, con mi también amigo Raúl Mayoral Benito ( Adjunto a la Presidencia del CEU y Director de la Fundación Cultural Angel Herrera Oria) y que por cierto, tengo el honor de que sea uno de los muchos personajes ilustres que recomiendan la lectura de mi blog. Y uno de mis padrinos en la presentación de mi libro en la Universidad San Pablo CEU en Madrid.
Dicho esto, navegando por su muro me encontré con esta afirmación: La escuela prepara para la vida, que también está hecha de desigualdades. Una escuela sin un primero y sin un último, ni es realista ni resulta agradable: se parece demasiado a un rebaño de ovejas. Albino Luciani en Ilustrísimos señores.
Se me vinieron a la mente, los conceptos de igualdad y equidad, de los que he hablado en alguna ocasión en mi colaboración del programa de radio Castilla la Mancha, "El Pasacalles".
Igualdad; es la conformidad de una cosa con otra, en naturaleza, forma, calidad y cantidad.
Equidad; es la virtud que nos hace dar a cada cual lo que le pertenece.
Si nos empeñamos en imponer la igualdad absoluta en la educación, se crea una situación injusta, porque no se tienen en cuenta las diferencias existentes entre los alumnos.
Sin embargo, aplicando la equidad en los colegios, todos los alumnos seríamos tratados con imparcialidad, pero equivalentemente en lo que se refiere a los derechos, los beneficios, las obligaciones y las posibilidades de cada uno.
Cuando oigo a los políticos, decir que, "debemos tener una educación igual para todos", yo quiero entender, que es una una educación que incluye las diferencias, como son las capacidades, motivaciones y las necesidades tanto físicas, como intelectuales o socioeconómicas, de cada uno de sus alumnos.
En el caso de no ser así, el colegio entonces se convierte en un rebaño de ovejas, en la que todos se supone que somos iguales y que tenemos las mismas aspiraciones y las mismas capacidades. Por lo que puedo concluir, que todos tendremos los mismos conocimientos, las mismas profesiones o el mismo sueldo.
Amigos, no podemos confundir la igualdad de oportunidades con la manía de que todos tenemos que ser iguales. Por ejemplo, en los centros escolares para favorecer la inclusión, se ha bajado el nivel de exigencia considerablemente. A otros les pasan de curso sin haber aprobado o por decisión paterna, entonces no queda otra que bajar el nivel e igular por abajo, triunfando la ley del mínimo esfuerzo y fastidiando a los que quieren trabajar y prosperar,y como consecuencia tenemos, esos informes PISA tan desoladores. Efectivamente, equidad no es igualdad.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
Espero que escuchéis mi sección "Álvaro y sus cosas" en Radio Castilla la Mancha como colaborador en El Pasacalles todos los lunes de 17:50 a 18h.
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Estoy totalmente de acuerdo contigo. Son dos conceptos diferentes y que se están aplicando mal. Muy buena tu aclaración, gracias. Comparto.
ResponderEliminarCojonudo
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