El día 20 de abril de 2015, fue la gota que colmó el vaso, un joven ha matado a su profesor de sociales con una ballesta en Barcelona. Pero eso no es lo peor, el problema es que podría salir impune. En nuestro ilógico sistema penal, está decretado en la Ley Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores, que los menores de 14 años son inimputables y que la solución a cualquier delito, por grave que sea, debe estar concentrada en el ámbito familiar o educativo. Después de varias pruebas que se le han hecho al chico, se ha descubierto que su motivo para realizar tal matanza no fue la venganza, ni el bulling que hubiera sufrido, fue un brote psicótico causado por estar expuesto a violencia constante en videojuegos y series de televisión. ¿Y ahora que hacemos con él? Estamos siempre esperando a que pase algo para tomar medidas en vez de prevenir.
Hace tiempo leí en un periódico digital, que un abogado de EEUU, James Glasgow, llevó a cabo una campaña para "concienciar" a los padres, de la necesidad de boicotear videojuegos violentos como Grand Theft Auto V.
Como parte de su campaña contra estos productos, organizó un encuentro con 50 padres en un instituto y les pidió, no sólo que dejasen de comprar este tipo de juegos para sus hijos, sino también que fuesen a las tiendas para pedir a sus trabajadores que dejasen de vender videojuegos que "glorifican la violencia".
En este acto, mostró a dichos padres un vídeo de 6 minutos que seleccionaba los fragmentos más violentos y duros, entre ellos disparos a la cabeza de mujeres y policías, el asesinato de un perro y atropellos de peatones a bordo de un coche. Según el periódico Southtown Star de Chicago, muchos de estos padres llegaron a apartar la vista o taparse los ojos en los momentos más crudos del vídeo.
Según él, juegos como "Grand Theft Auto, Call of Duty y Dead Space 3" promueven "el placer de matar" y premian al jugador por ello. Además, afirma que "la causa y efecto están claras" ya que la violencia como entretenimiento "insensibiliza" a los jóvenes, y pone como ejemplo varios casos de asesinatos escolares. "Todos ellos jugaban a videojuegos violentos".
No sólo se mete con los videojuegos, también dice que: "La televisión, las películas y los juegos han subido de tono gradualmente. Si no nos organizamos, nos enfadamos y detenemos esto, cruzarán la línea hacia un área en el que podrán hacer todo lo que quieran. Cuando el asesinato se convierta en un deporte, viviremos en un lugar de verdad aterrador".
Los niños y adolescentes nos podemos involucrar demasiado y hasta obsesionarnos con estos juegos y crearnos problemas como:
Relaciones sociales pobres
Quitarle el tiempo que se le dedica a la familia, al trabajo escolar y a otros pasatiempos
Calificaciones más bajas
Sobrepeso
Pensamientos y comportamientos agresivos.
Yo no voy a decir que no he jugado porque mentiría, por eso, puedo decir con conocimiento de causa, que estos juegos no nos benefician en absoluto.
Llevo observando que los niños que están enganchados a estos videojuegos, tienen varios cambios de humor al día, los temas de conversación siempre van dirigidos a lo mismo (armas, violencia...), están absorbidos por su mundo virtual. Y lo que más me llama la atención, observando fotografías de años anteriores, es el cambio físico que han experimentado, sobre todo, el cambio en su mirada; es una mirada vacía, distraída, te escuchan pero no te miran a los ojos. También ha cambiado su forma de hablar, de relacionarse con nosotros y hasta la postura al sentarse y al andar.
No me quiero echar enemigos, pero me preocupa bastante el efecto de estos juegos en nuestra sociedad. Todo el mundo se preocupa de las drogas, el alcohol, el tabaco, la obesidad, la ansidedad, las depresiones...y no se dan cuenta que muchos de estos vicios y enfermedades vienen a través de estos videojuegos.
Es responsabilidad de los padres, tutores, profesores, medios de comunicación y profesionales de la salud mental, informar a la población, para que se tomen medidas de prevención y en el caso de que ocurra una desgracia la ley tiene que proteger a los inocentes, no a los culpables, tengan la edad que tengan. No estamos seguros ni el colegio.
Y mi pregunta de hoy es ¿por qué en las noticias se muestran los rostros de las víctimas, y sin embargo, pixelan el de los delincuentes?
¡HASTA LA PRÓXIMA!
Espero que escuchéis mi sección "Álvaro y sus cosas" en Radio Castilla la Mancha como colaborador en El Pasacalles todos los lunes de 17:50 a 18h.
En en el programa Castilla la Mancha en el corazón.
También me podeis seguir en Cope Fin de Semana con Cristina L. Schlichting
y en radio 4g con Jose Antonio Abellán en la Jungla 4.0
En mis columnas semanales de lavozdeltajo.com y en teleprensa.com
Además podéis enteraros de todas mis entrevistas y reportajes en Facebook y Twitter, Instagram y Youtube.
Esto se nos ha ido de las manos. Hay padres de familia enganchados a los videojuegos y que no hacen otra cosa que jugar con la consola. Los niños hacen lo que ven.
ResponderEliminarPor desgracia,tienes toda la razón,querido Álvaro! En esta sociedad que nos toca vivir,muchos padres trabajan demasiadas horas para que sus hijos tengan lo que necesitan y lo que no necesitan sin controlar lo que hacen y sin reconocer que la compañía y la dedicación de un padre es el mejor reglo para un niño.Por lo que parece,este suceso muestra el resultado de una sociedad que prima solamente la productividad y el consumismo,sea lo que sea lo que se consuma.Nunca hemos disfrutado de tanta abundancia de bienes materiales,a la vez que padecemos una carencia brutal de valores y dedicación personal hacia los nuestros.Que paradoja!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo los comentaristas. Cuantos más adelantos tenemos más involucionamos en relaciones sociales, familiares y valores. Enhorabuena Álvaro, me encanta tu blog y tu libro es espectacular. Un abrazo.
ResponderEliminarToda la razón!!
ResponderEliminar